Desde la más remota antigüedad el puente ha constituido un reto tecnológico para el avance de la sociedad. Un reto mil veces superado y otras tantas vuelto a reproducirse, siempre a mayor escala, a mayor coste y a mayor dificultad en su construcción. Así será, al menos mientras haya diseñadores y constructores dotados de capacidad científica y de imaginación para enfrentarse al problema y resolverlo con la ayuda de nuevas técnicas, nuevos materiales y nuevos procedimientos de diseño. La actividad muestra cómo, a lo largo de este proceso histórico, la construcción de los puentes ha dejado de ser el hito clave de la configuración del camino para convertirse en “disimulado componente” del trazado de la vía. Sin embargo este puente de hoy en día, en general de líneas suaves, a menudo mimetizado en el paisaje y perfectamente integrado en el camino, no es ni menos costoso, ni menos complejo en su diseño, ni menos difícil de construir de lo que lo fueron los que levantaron los ingenieros de hace dos milenios.