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Rasgos morfológicos

 

  • El diminutivo más corriente es -ito en Toledo y Guadalajara e -illo en Ciudad Real, pero se documentan en la zona oriental diminutivos en -ico  y ­-ete, y en las áreas más occidentales, diminutivos en -in y en -ino. Se documenta también ampliamente el uso diminutivo de -ejo en el centro de la región, en La Mancha.
  • En el centro y oeste de la provincia de Toledo se documenta con frecuencia la concordancia de materia para nombres no contables (lana bueno).
  • Se registran también formas de imperfectos de la segunda y tercera conjugación en -iba (traíba ‘traía’, veniba ‘venía’), como en Aragón, en hablantes de edad avanzada y con pocos estudios, en Guadalajara, Cuenca, Albacete y puntos de Ciudad Real.
  • Se documentan todavía imperfectos y condicionales en íe (seríe en lugar de sería) en Toledo y noroeste de Guadalajara. No se puede descartar que más que un arcaísmo sea una innovación a partir de ciertas formas en que la a se transforma en -e por razones fonéticas.
  • Uso de la -i en los imperativos de 2.ª persona del plural (jugai ‘jugad’), en hablantes poco cultos y de edad avanzada en el oeste de Toledo y de Ciudad Real y en el sudoeste de Albacete (dai ‘dad’).
  • Uso de formas como conozo, merezo y de perfectos como dijon ‘dijeron’, quison ‘quisieron’, que se encuentran en el oeste de Toledo y Ciudad Real parecen prolongación de los usos también conocidos en Extremadura.
  • La segunda y tercera conjugación intercambian sus desinencias en la segunda persona de plural (querís por queréis y venéis por venís) (Álvarez 1999: 34).
  • Los casos de leísmo, laísmo y loísmo se dan sobre todo en los dos tercios occidentales de Toledo, aunque es el leísmo de persona masculino lo que se documenta más ampliamente. El occidente de Guadalajara es laísta, leísta y presenta loísmo esporádico. En el resto del territorio predomina la norma etimológica.