Ignacio Oliva Mompeán, Universidad de Castilla-La Mancha
Conocí a Pedro Almodóvar en 2000, cuando le propuse ser nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Castilla-La Mancha, que es la universidad de su tierra.
Entonces no tenía ningún Óscar, aunque ya había sido nominado y al poco tiempo le dieron su primera estatuilla. Fui a su productora acompañado por el pintor y amigo personal de Pedro desde tiempos de la movida Sigfrido Martín Begué. Cuando empezamos a contarle nuestra propuesta nos dijo que era un honor para él, pero no sabía si le correspondía una distinción académica como esta a un antiacadémico como él. La Facultad de Bellas Artes de Cuenca es tan antiacadémica como tú, le dijimos.
Después empezamos a desgranar la ceremonia propia del acto académico, algo que le intrigaba enormemente, en especial en su aspecto simbólico: la toga casi sacerdotal, la medalla de oro, los guantes blancos, el diploma y la imposición del birrete… Lola, su secretaria personal, trajo un paquete, lo abrió y lo puso en el centro de la mesa. Eran lonchas de embutidos. Nos sentimos en medio de una película suya.
Seguimos hablando de su lección magistral y de la mía como padrino, mientras compartíamos aquel informalmente maravilloso refrigerio. Salimos de su productora, El Deseo, con un “sí”, y tanto Sigfrido como yo sabíamos que otras universidades no iban a tardar mucho en distinguirle con este nombramiento, como efectivamente sucedió con Harvard en 2009 y Oxford en 2016.
La universidad acoge a Almodóvar
A partir de ese momento, la Facultad de Bellas Artes de Cuenca puso en marcha dos iniciativas: un Congreso Internacional y un Archivo Digital.
En el otoño de 2003 organizamos el primer Congreso Internacional Pedro Almodóvar, al que asistieron importantes estudiosos de todo el mundo. Estructurado sobre cuatro grandes ejes temáticos y dirigido por el profesor Fran Zurian, el congreso congregó en Cuenca bajo una fina lluvia a grandes personalidades del mundo académico.
El redactor jefe de la revista Cahiers du Cinéma, Fréderic Strauss, coordinó el panel titulado “El universo cinematográfico de Pedro Almodóvar”, al que asistieron una serie de investigadores del ámbito francés, fundamentalmente. Paul Julian Smith, profesor de la Universidad de Cambridge, se hizo cargo del dedicado a “Ética y estética del cine en la obra de Almodóvar”, en el que participaron investigadores de la escena británica y otros afines a esta orientación temática.
El panel “Historia y cine: Almodóvar y el cine español” fue encargado a Román Gubern, que entonces era todavía profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona. En él tuvieron cabida las aportaciones más historiográficas y cinéfilas. Por último, el panel “Sociedad, cultura y género en Pedro Almodóvar” estuvo dirigido por la hispanista Marsha Kinder, profesora de la Universidad Southern California, que se ocupó de coordinar a algunos de los más importantes estudiosos del ámbito americano.
Conservar la obra
Pero nuestra universidad y su entonces rector, Luis Arroyo, conscientes de tener en su seno a uno de los valores universales de la cultura de Castilla-La Mancha, pusieron también en marcha el Archivo Pedro Almodóvar, que significó una gran apuesta investigadora y técnica en el terreno del archivo digital. En él participó personal de la Universidad de Castilla-La Mancha asistido por El Deseo, en un cuidadoso proceso de selección de material gráfico, de prensa y crítica alrededor del proceso creativo del director.
Uno de los problemas que se planteó a la hora de poner en marcha este archivo fue la necesidad de la creación de una plataforma adecuada para poder proceder a la realización de búsquedas mediante selección de filtros. Lo que hoy es un procedimiento habitual en cualquier base de datos, hace quince años representaba un reto importante para un espacio como el nuestro, no especializado en la gestión documental de archivos digitales.
Con el trabajo de diversos departamentos de la propia universidad y el asesoramiento de empresas externas especializadas, se procedió a abordar una primera fase del proyecto con el escaneado del material gráfico presente en los archivos de El Deseo. Durante más de dos años se escanearon unos 5.000 documentos pertenecientes a distintos momentos del desarrollo de la obra de Pedro Almodóvar desde sus inicios.
Posteriormente se abordó una segunda fase del proyecto con el desarrollo de un software específico para la gestión documental del archivo, un espacio que pudiera constituirse como una herramienta útil de investigación para estudiosos, pero lamentablemente no llegó a concluirse. Diversas complicaciones de carácter técnico y financiero complicaron el proceso.
Sin embargo, mi trabajo personal sobre Almodóvar continuó. En 2004 tuve la suerte de contar con la aprobación del director para rodar un documental a través del cual tuve la oportunidad de entrevistar a una parte importante de su equipo histórico y revelar algunos secretos de su trabajo. Se tituló Inside Almodóvar y fue presentado unos años más tarde en la Universidad de Harvard.
A raíz de ello fui invitado a participar en el libro All about Almodóvar: A Passion for Cinema, editado por la Universidad de Minnesota. Han pasado casi veinte años de la puesta en marcha de aquella primera iniciativa universitaria e investigadora. Ninguna universidad ha vuelto a hacer un congreso internacional sobre su obra, como tampoco ninguna posee un archivo digital tan numeroso de documentos del genial director manchego y que está al servicio de investigadores de todo el mundo.
En los próximos meses se va a presentar en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca una nueva tesis doctoral sobre el universo artístico del espacio en el cine de Almodóvar fundamentada en ese archivo. A pesar de las dificultades surgidas, la Universidad de Castilla-La Mancha es consciente del bien cultural que atesora y que forma parte constitutiva de su historia.
Ignacio Oliva Mompeán, Profesor de cinematografía, Universidad de Castilla-La Mancha
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.