1. ¿Qué son los ataques de pánico?
Los ataques de pánico son episodios breves de miedo o ansiedad intensa que pueden durar entre 5 y 20 minutos. Se desarrollan rápidamente y pueden ser desencadenados por diversas situaciones o problemas personales. Según el DSM-V, se caracterizan por la presencia temporal de malestar intenso.
2. Diferencias entre ataque de ansiedad y ataque de pánico
Los ataques de pánico no tienen un desencadenante específico y son diagnosticables, mientras que los ataques de ansiedad no están reconocidos como un diagnóstico formal. Los ataques de pánico son repentinos y pueden ocurrir sin aviso.
3. Síntomas de los ataques de pánico
Los síntomas pueden variar entre individuos, pero incluyen:
• Tensión, agitación o nerviosismo.
• Sensación de catástrofe inminente.
• Aumento del ritmo cardiaco y respiración acelerada.
• Sudoración excesiva.
• Cansancio o debilidad.
• Dificultades para concentrarse.
• Presión en el pecho y dolor de cabeza.
• Llanto incontrolable y malestares estomacales.
• Miedo a perder el control o a morir.
4. Cuándo consultar a un profesional
Se recomienda buscar ayuda profesional si:
• La preocupación afecta todos los aspectos de la vida.
• Los ataques son frecuentes y difíciles de controlar.
• Se siente deprimido o ha aumentado el consumo de sustancias.
• Se relacionan con problemas de salud física o mental.
5. Causas de los ataques de pánico
Las causas son multicausales e incluyen:
• Enfermedades físicas (diabetes, problemas respiratorios).
• Abstinencia de sustancias.
• Estrés y cambios significativos en la vida.
• Factores genéticos y antecedentes familiares.
• Experiencias traumáticas.
6. Complicaciones de los ataques de pánico
Los ataques frecuentes pueden llevar a:
• Depresión y abuso de sustancias.
• Problemas de sueño e intestinales.
• Aislamiento social y baja calidad de vida.
• Ideación suicida.
7. Factores de riesgo
Los factores de riesgo incluyen:
• Traumas en la infancia o adultez.
• Estrés por enfermedades graves.
• Personalidad propensa a la ansiedad.
• Antecedentes familiares de trastornos de ansiedad.
8. Prevención de los ataques de pánico
No hay una forma exacta de prevenirlos, pero se pueden tomar medidas como:
• Buscar apoyo social.
• Mantenerse activo y participar en actividades placenteras.
• Evitar el consumo de drogas y alcohol.
9. Cómo actuar ante los ataques de pánico (*INFOGRAFÍA)
Tener el control durante los ataques de pánico es una tarea difícil, sin embargo, puedes intentar poner en marcha alguno de estos consejos ante los ataques de pánico:
• Mantenerse en un lugar tranquilo y cerrar los ojos: Al estar en un lugar que inspire tranquilidad, más rápido te podrás tranquilizar. De igual modo, cerrar los ojos reducirá los estímulos, lo que también puede ayudarnos a calmarnos.
• Distraer la atención centrándose en algo diferente: Al tener un ataque de pánico puede ser útil hacer un conteo hacia atrás partiendo desde el 100, y que dicho conteo sea de 3 en 3 o bien puedes mantener la concentración en algún objeto físico.
• Visualizar en la mente un sitio que te haga sentir tranquilo: Rememorar en la mente algún paisaje que te haya gustado mucho y hacer el intento de recordar los sonidos y sensaciones que sentías allí.
• Hacer el intento de tener presente que todos los signos y síntomas son un tipo de reacción ante una situación no amenazante: Debes hacer repeticiones en tu mente que las reacciones generadas en tú organismos no representan ninguna amenaza o algún tipo de peligro, es una situación que un rato pasara. Es decir, se trata de poner una limitación temporal.
• Tratar de controlar la respiración durante el ataque de pánico: Si no se cuida la respiración y con el ataque de pánico sufrimos de hiperventilación, sufrimos de desequilibrio entre el CO₂ y el oxígeno. Por este motivo es de suma importancia controlar la respiración ante un ataque.
• Practicar el siguiente ejercicio: Toma aire por la boca mientras realizas un conteo hasta 4, al realizarlo debes notar que tu abdomen y pecho se llenan. Debes mantener el aire por unos segundos y luego, soltarlo de manera lenta. Colocar los labios como si fueras a soplar una vela, también puede servir de ayuda o respirar en el interior de una bolsa de papel.
• Relajar los músculos también puede ayudar: Hay que concentrarse en nuestro cuerpo y soltar de manera consciente los músculos desde los pies hasta la cabeza.